miércoles, 6 de marzo de 2013

Homeopatía y medicina


Hoy en día son muchas las personas que recurren a métodos de curación alternativos y “naturales” para tratar diversos problemas de salud, pero...  
¿qué hay de cierto en todo esto que nos venden?


La acupuntura, por ejemplo, puede resultar efectiva para controlar las náuseas y vómitos postoperatorios y los provocados por la quimioterapia, pero no hay indicios que apoyen su uso para dejar de fumar o adelgazar. Los estudios sobre homeopatía apuntan más a un efecto placebo que una eficacia real, mientras que en las terapias físicas y manuales (como la quiropraxia o la osteopatía) se han observado efectos positivos sobre algunas dolencias, aunque los expertos recomiendan nuevas investigaciones.


Un tipo de pseudomedicina que se ha puesto muy de moda últimamente es la homeopatía. Muestras de ello son la creación de una Cátedra de Homeopatía en la Universidad de Zaragoza o la programación por parte de la UNED de tres cursos de máster en los que se enseña esta pseudociencia.


Pero… ¿Qué es la homeopatía?



El término homeopatía deriva de las palabras griegas “homoios” (igual) y “pathos” (sufrimiento), y es un tipo de medicina alternativa basada en “ley de los similares”, es decir, que una enfermedad puede ser erradicada de un organismo mediante el suministro de alguna sustancia capaz de provocar los mismos efectos que la enfermedad, pero suministrada en cantidades muy pequeñas para evitar una intoxicación.

“lo similar se cura con lo similar”

Los homeópatas preparan disoluciones diluidas de forma que se coge 1 ml de la sustancia original (“tintura madre”) y se mezcla con 99 ml de agua. Se agita este preparado y se obtiene una dilución de 1 CH (Centesimal de Hahnemann). 
A continuación, se coge 1 ml de este producto y se repite la operación; así se consigue una dilución de 2 CH.

Cada vez que se realiza una de estas mezclas, la sustancia original queda diluida 100 veces más en el preparado final. Se supone que estos productos son más efectivos cuanto más diluidos están. 


Un simple cálculo permite saber que una dilución de 12 CH no contiene ya ninguna molécula del principio activo. Es, en otras palabras, simplemente agua. Sin embargo, no es raro ver medicamentos homeopáticos con diluciones de 30 CH.


Los homeópatas sostienen, sin embargo, que el “principio curativo” de la sustancia se transmite de alguna manera al agua, por lo que no afecta que esté muy diluida.


Pero tras las afirmaciones de los muchos aficionados a estas prácticas, puede encontrarse el denominado efecto placebo, como causa de estos aparentes efectos que se producen.


Este efecto puede llevar a “sentir” mejoría en casos de problemas de salud, por el mero hecho psicológico de que la persona tratada con estos remedios, piensa que se va a mejorar.


De todas formas, es un tema que sigue causando gran debate actualmente, y sobre el que se ha escrito varios artículos en la prensa, ya que existe un gran grupo de gente defensora y asidua de estas prácticas, y otro de gente que piensa que todo esto no es más que vender humo.


Como dice el músico Tim Minchin, estos tratamientos vienen de dos maneras: los que se ha demostrado que no funcionan y los que no se ha demostrado que funcionen.

Medicinas homeopáticas
Medicina homeopática


Os dejo un documental muy interesante sobre las pruebas científicas a las que han sido sometidos los métodos homeopáticos y el gran dilema en el que se ha visto la ciencia involucrada en muchas ocasiones:

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